La forma de emprender negocios va evolucionando de acuerdo a una inercia distinta que traen a las empresas las nuevas generaciones. Las preferencias de consumo y gasto, así como las prioridades de inversión, cambian a gran velocidad. Los emprendedores y consumidores de la generación milenio, egocéntricos, muy listos y bien preparados académicamente, ponen las nuevas reglas tratándose de consumo e inversiones.
Los empresarios del milenio nacidos entre 1982-1998 y que representan el 26% de la población del mundo, requieren mostrarse no sólo exitosos, divertidos y exóticos, sino también compartir sus exuberancias o simplemente su inteligencia. El emprendedor del milenio, también desea alcanzar el éxito que los empresarios de la generación X y los Baby Boomers buscan, la diferencia es que buscan que sus logros tengan un reconocimiento social, es decir, hacerse ver. De ahí que las redes sociales tienen un impacto de suma relevancia para estos nuevos emprendedores.
Los emprendedores financieros de la generación millennial no son la excepción, y emprender ideas de inversión para esta generación es un reto, dado a que no aspiran a trabajar de la forma que lo hicieron sus padres, ni tampoco desean poseer los bienes o servicios que eran demandados por generaciones del pasado. Han sabido desarrollar ideas de inversión con los fondos dinámicos y al mismo tiempo, hacer obvia la obsolescencia de otros vehículos de inversión del pasado como los fondos que siguen índices de manera pasiva.
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Así, la búsqueda del máximo beneficio con el mínimo esfuerzo, del menor compromiso formal, y la búsqueda de más éxitos casuales, supone un reto para las organizaciones y las universidades. Una inversión prioritaria para los millennials, es sin duda, un posgrado evidenciado por el incremento en la oferta y la demanda en maestrías.
En cuanto al cambio en los hábitos de consumo, existen marcadas tendencias. Preferir alimentos saludables y bebidas a precios exorbitantes, forma parte de su día a día. La tendencia orgánica coexiste con ellos y al mismo tiempo que las compras online son la nueva normal, el continuo lanzamiento de costosos productos enfocados a este mercado, es inagotable.
Otra de las novedades en el gasto va desde ropa y zapatos, hasta viajes, servicios financieros y gastronomía. Para todos estos sectores, provocar el consumo es un reto. Por último, la preferencia de ésta generación en vivienda y en transporte, refleja mayor interés por alquilar en vez de comprar una casa, así como utilizar un Uber, en lugar de adquirir un automóvil.
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