El abanico de productos financieros que un inversionista puede seleccionar hoy en día es verdaderamente enorme, hay una variedad tan extensa como el gusto de cada individuo, hasta el grado de que podemos incluso personalizar las características del producto que estamos utilizando para ajustarlo a necesidades específicas como plazo, mercado, moneda, riesgo, y casi cualquier otra variable o característica que necesitemos incorporar.
En México y muchos países las opciones más comunes que utiliza un inversionista típico son: las más conocidas, las más simples, las menos sofisticadas, las de menor riesgo percibido, y, usualmente, las de menor rendimiento y mayor costo de transacción/operación para el inversionista. No son las opciones que ofrecen el mejor balance de riesgo-rendimiento para el inversionista, así como tampoco son el mejor instrumento para que el sistema financiero contribuya a la evolución de la economía general.
Cronológicamente en la vida de un inversionista el primer instrumento que se utiliza como medio de inversión —ya superando la diferencia entre ahorrar e invertir, que en sí es una barrera importante— es el pagaré a plazo. Después, conforme el inversionista acumula experiencia, comienza a buscar otras opciones. El paso natural es un fondo de inversión en renta fija y eventualmente algún fondo de renta variable, o incluso alguno de cobertura. Luego de eso el panorama comienza a abrirse a opciones como la inversión en el mercado de capitales, la compra de bonos de forma directa, instrumentos estructurados, la compra de acciones del mercado global, y al final instrumentos sofisticados como derivados.
En nuestro mercado, la mayoría de los inversionistas se quedan en la fase de los fondos de inversión. Ese fue de hecho el origen de nuestra empresa, Actinver, pero reconocemos que la disponibilidad de información, el avance en el nivel educativo y el crecimiento de la clase media ha cambiado el interés del inversionista promedio. Actualmente nos encontramos en una fase en que la difusión al público y el conocimiento de nuevas opciones de inversión es crucial para seguir evolucionando el mercado financiero, es decir, incrementar la cultura financiera es clave. Si queremos que el mercado financiero madure, que la inversión de cartera del gran público inversionista tenga un mejor perfil riesgo-rendimiento y que ayude en realidad a la evolución de la economía, tenemos que ayudar al inversionista a adquirir mayor educación financiera que le permita considerar opciones de inversión más allá del primer o segundo escalón. En el área de Análisis Fundamental de Actinver trabajamos con ello en mente. De ahí ha surgido nuestra herramienta Vistazo Actinver, que recientemente lanzamos al mercado. Su propósito es acercar la información de las empresas que cotizan en el mercado de capitales hasta el inversionista promedio en México: la persona física. Es un esfuerzo que persigue que el inversionista común considere al mercado de capitales como lo que es: un mercado en donde puede comprar una parte de una empresa, y literalmente concebirlo en la mente de cada quien como un mercado, un lugar de compra y venta de artículos al gran público, y no un pequeño club exclusivo de unos cuantos.
En Vistazo Actinver recibirá periódicamente la información de cómo está desempeñándose la empresa que compró, si está creciendo o no, de cuáles son los proyectos en los que está trabajando, cómo es su estructura financiera, de qué manera está administrada, o si es que paga algún dividendo cada año. Gracias a la asesoría y valuación que hacemos de las empresas, en Vistazo encontrarán, como clientes, la recomendación del momento, dependiendo de una serie de factores que van más allá del mero precio, y que presentamos de forma sencilla.
Esperamos que Vistazo Actinver ayude a los clientes a considerar nuevas opciones de inversión, pero sobre todo que les ayude a conocer estas empresas y despierte el interés en aprender sobre las mismas y el mercado.