En el tema pasado hablamos sobre las finanzas en pareja y tocamos un punto importante: ser transparentes. Tener un diálogo y acuerdos claros, pero flexibles, ad-hoc al entorno financiero que tengan tú y tu pareja. Toda planeación surge por la necesidad de querer cumplir con una o varias metas y el cómo las lograrás.
Para iniciar con un plan financiero familiar debes partir de la siguiente regla: “No gastar más de lo que ganan.” Para esto elabora un presupuesto, lo ideal es sumar los ingresos mensuales de ambas cabezas de familia, este deberá ser mayor a los gatos fijos que tengan para poder cubrir aquellas necesidades y compromisos, posteriormente, ahora ¿cuánto les queda para poder ahorrar e invertir?
Una de las bases de la economía familiar debe ser la planeación, si tienen claras cuales son las entradas y salidas de dinero podrán ejercer control sobre su patrimonio. Es importante evitar gastos innecesarios que alteren el presupuesto familiar, sobre todo aquellos que lo afecten a largo plazo. Eliminen la siguiente frase de su vocabulario “me quiero dar un gustito” esto hasta que tengan un ahorro considerable, que les permita mantener el bienestar familiar.
Si como familia, se ajustan a este presupuesto, es poco probable que tengan problemas económicos en el futuro, ya que generarán un cierto colchón financiero y un fondo de emergencias que los ayudará a salir de apuros si algo llegara a presentarse.
Fomenta las finanzas en familia
Ahora, si ya tienes hijos, el siguiente paso es crear en ellos buenos hábitos financieros, esto será más fácil si como padres han logrado mantener una economía familiar estable. Realicen pláticas sobre el manejo del dinero, de esta manera inculcarán en los menores la importancia y valor de las cosas.
Procuren no ser de aquellos que se endeudan en exceso por comprar a sus hijos ropa, juguetes o tecnología que quizá no necesiten. Recuerda que los niños aprenden muchos valores por imitación, es vital que ellos aprendan de sus padres a ser responsables de su economía.
Estas conversaciones deben evitar señalar culpables, el objetivo de estas charlas es llegar a acuerdos, explicar con paciencia a los niños el por que no es posible en ocaciones comprarles todo lo que ellos piden y enseñarles a cuidar sus cosas para hacerlos responsables de sus pertenencias.
Así como se tiene la dedicación para decirles: no hagas esto o aquello, no cruces la calle solo, no hables con extraños, es necesario también tener platicas sobre el uso y valor real del dinero, cuando se trata de dinero es muy usual decir NO sin explicar realmente el por qué.
Toda la familia debe participar en estas reuniones sin importar la edad, hay que hacerlos parte de la toma de decisiones, con ejemplos básicos: ¿qué haría con 50 pesos?, de esta manera verán cual es el valor de 50 pesos en la vida real, que necesitarían para poder juntar más dinero, cómo guardar y administrar el billete o monedas y por qué no, enseñarles que si ahorra ese dinero y lo invierte en unos meses podrá tener un incremento de esa cantidad.
Desde muy pequeños se puede fomentar en ellos el hábito del ahorro, quizá incentivando esta acción con alguna recompensa pequeña, que para ellos represente un logro o éxito.
Recuerden, para poder tener un plan exitoso, hagan uso responsable de sus recursos familiares y eduquen a sus hijos desde pequeños para que tengan buenos hábitos financieros.
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